El arte de imitar a un personaje
A veces viene bien reírse de uno mismo. Cuando uno entra al mundo de la televisión para ganarse la vida se convierte en un personaje y se debe vender con algo diferenciador. Es el caso de Risto Mejide (creativo publicitario ¿?) jurado en una edición en España de Operación Triunfo. Su perfil diferenciador es la provocación directa y sin fundamentos objetivos en la justificación de la valoración de la actuación de cada participante que le toca calificar como aprobado o como nominado. Cada una de sus participaciones para algunos es divertida y para otros fustrantes, en caso de resultar nominado para salir del programa a causa de su valoración, y generador de supuestos conflictos entre él y los profesores de la academia, cuyos alumnos sufren la valoración como jurado de este personaje. Todos siguen un guión, pero este personaje entonces provoca la aparición de imitadores, que exagerando ciertos rasgos, nos muestran en otros programas de otras cadenas televisivas ¡lo divertido!, y que nos hace reírnos de este personaje demostrándonos su verdadera dimensión. Este es el caso del siguiente vídeo, donde es invitado supuesta mente su imitador con un nombre particular y similar al verdadero Risto Mejode para valorar a otro personaje ficticio su actuación. Ellos siguen un guión que no tiene desperdicios.
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